sábado, 8 de junio de 2013




El diario de Rose.





                                                                                                                              11 de Marzo del 2000.

Querido diario, después de todo el revuelo del 14 de Octubre, ¿Puedes creer que hoy lo he visto por primera vez en persona?
Íbamos en el coche y como siempre, Papá y Morgan me decían que estuviera tranquila, que todo saldría bien. Mis piernas no paraban de temblar hasta que llegamos al parque, papá dio un apretón a mi hombro derecho, transmitiéndome así una sensación de “Estoy aquí contigo”. Al ver aquella silueta sentada en el banco, lo único que me dieron ganas fue de ir corriendo abrazarle lo más fuerte y decirle que a mi no me importaba el tiempo perdido, que somos jóvenes y que ya podríamos recuperarlo ... Pero no, simplemente me limite a darle un beso en su mejilla y dar dos pasos hacia atrás.
 
A veces pienso que por mucho tiempo que pase, no encajaremos, que él seguirás siendo el mismo niño rubio de ojos azules y yo algo ausente que en su vida... Es lo que siento y me duele muchísimo saber que hay algo en mi que dice eso. Conseguí aceptarle y darle un poco de mi corazón, pero ese sentimiento extraño lleva rondando en mi desde hace tiempo... Hay momentos en los que me gustaría decirle “Te quiero” pero elimino ese pensamiento de mi mente ya que a lo mejor voy muy rápido y no quiero presionarle... En verdad, la razón por la que no se lo digo es por miedo si él siente lo mismo. Diario, ¿crees que me querrá como yo lo quiero? Me temo que esa respuesta solo él la sabe y espero que con el tiempo me la de.

Adiós, diario. Al menos se que tú si me quieres.